domingo, 29 de octubre de 2017

Mi Angel

Te fuiste sin previo aviso, sin despedida, sin ultimo abrazo. Paso mis dias intentando recordar el último abrazo, el último beso que nos dimos. Si esa ultima vez que te vi, entre risas y chistes te fui a abrazar antes de dejarte por ultima vez. Me apena no haberlo hecho, no haber aceptado alguna invitación que oportunamente me has hecho para compartir nuestra pasión musical. me apena que no hayas sabido del amor que existia en mi para con vos. Tal vez ni siquiera yo misma sabía de la magnitud del mismo. Tal vez te daba por sentado, como doy por sentado a tantos otros. Tal vez recién hoy puedo ver la magia que desplegaste en todos nosotros. Tu amor, alegria y magia son tu legado. No soy una mujer que cree en el cielo ni el infierno o en las divinidades para adorar pero creo y confio en la trascendencia del amor. No creo que este hablandole a tu alma si no que todavía no puedo asimilar tu partida, todo lo que representa. Me duele pensarlo, no entiendo la muerte y más me duele el dolor de mi madre, el dolor de tu madre, el ser impotente y no poder hacer mucho para sanar esas almas, tengo vocación de sanadora y eso me pesa. Pero a pesar de todo, te recuerdo siempre con una sonrisa dibujada, me haces feliz y me das luz y es que has dejado tanto en mi, tanto en todos. Vi como tantas personas que ni siquiera conocía ni me imaginaba se hacian uno con nosotros en el dolor, como te aman, como los ayudaste y compartiste con ellos. Tu paso por este mundo incierto no fue azaroso ni inocuo, marcaste a todos los seres que tocaste con tu existencia. Me has dejado con la profunda convicción de que puedo hacer que mi paso por esta vida puede tener un sentido, una alegría, siento ahora que a pesar de todo lo malo que puede existir en mi, puedo ser tambien un ser de luz para los demás y tal vez así dejar algo como lo hiciste vos. Me enseñaste a no tener miedo de mostrar mi afecto a los seres que, uniste a esta familia que intenta no reemplazar tu amor, si no crear un amor mutuo que pueda sostener a quienes caen, a aquellos a los que tu partida duele más, a los que significa un cambio en como se desarrolla incluso su rutina. Mi misión ahora es aprender a dar un poco más del amor que habita en mi y que por miedos tontos e inseguridades a veces no quiero dejar salir, mi misión ahora es tratar de cuidar un poquito de esa familia a la que siempre cuidaste y alegraste, aunque ellos no se si sepan de la existencia de mi afecto puesto que a veces mis marrones ojos solo pueden mostrar frialdad. Ahora me doy cuenta de cuanto amo a cada uno de ellos y espero que el tiempo no haga que se me vuelva a olvidar. Gracias por transmitirme esta luz y claridad que aun en el peor momento hasta ahora, me hace querer ser fuerte y seguir adelante para amar, amar y crear proyectos. Para vivir. Te llevo hoy y siempre en mi corazón querido tio.

sábado, 11 de febrero de 2017

Demanda, tranquilidad y reposo (aka. vagancia)

Tiempo. Sobra, falta. Increible pero cierto. Vivo con tiempo de sobra deseando que pasara más lento. Que hiciera mella en mi. Mas eso no ocurre. El vaivén eterno. La calma de mi alma chocando con la prisa del mundo. Erosiona mi piel, busca penetrarme. No puedo vivir como un ermitaño, como he leído en ciertos lados, aunque asi quisiera en ocasiones. Hay cadenas de cotidianeidad y banalidad que me sujetan. Metas humanas, distracciones eternas. Seres que van, vienen. Quieren cosas, obtienen o no, bailan, flotan, se marchan, regresan. Figuras inentendibles. Mi calma y mi reposo. Que parece que debe terminar. Algo siempre falta. Trabajo, estudio, leer más, saber más. Para todos solo se ve la falta, ante esa otredad me veo vacia, se anula la palabra. Solo observo, oigo a las otras figuras, admiro y callo porque ante ellas yo solo percibo mi vacio que no puede aportar demasiado a sus existencias. Ante mi misma, me colmo. Me entiendo, no deseo más nada, por mi misma. Por mi calma. A veces pienso que si pudiera vivir solo en mi misma, con musica eterna, seria tan feliz. Pero no puedo, hay otros, no se puede evitar, hay necesidades, hay cariños, hay que sobrevivir. No puedo, por siempre vivir en mi mundillo interior. ¿Y entonces? Debo colmarme, buscar que esa satisfacción que obtengo en mi calma interior pueda acoplarse a la vida con otros seres.
Tengo que aprender a ser luz, entre tanta gente detrás.