lunes, 12 de septiembre de 2016

Colores

Eterea, como un color, voy flotando... Chocandome contra muros.... Dejandome llevar por el viento... Enganchandome con ramas. Así constantemente viajo. Recorro lugares y me quedo quieta, estupefacta. Tantos son los colores y tan cambiantes. Son caricias. Suaves. Son ásperos y amargos. ¿Alguna vez sentiste la textura o el sabor de un color? Porqué te aseguro que yo sí. La mezcla entre colores es magia, es creación, es sublime. Y también eterea, como el paso de los colores por la tierra. Los colores son eso, modos de reflejar la luz, y también, en este caso, almas, cuerpos, sentimientos. Por si no te queda claro, mi amigo, vos sos un color.
Nosotros los colores cambiamos mucho, incluso en la densidad. En ocasiones, caemos al piso como un bloque de plomo y nada nos hace levantarnos. Es ese momento cuando el cuerpo y la existencia misma duele. Cuando no podemos soltar eso que hace que la fuerza de gravedad nos abrace con fuerza.
Otras somos como una pluma. El viento nos lleva y nos mueve con gracia porque hemos podido lograr ese ser liviano. Un ser, o mejor dicho un devenir. Eterno devenir aunque solo existamos por un instante. Devenir libre y desprejuiciado. Sin prejuicios sobre los colores que nos rodean, sobre como ellos se mueven sobre la tierra. Y además, y sobre todo, sin prejuicios ni reproches sobre nuestra propia tonalidad y danzar por la vida. Aunque dure tan poco, ocurren tantas cosas, que muchas veces dejamos esas texturas, tonalidades, sabores que nos componen inicialmente para transformarnos (y, valga la redundancia, devenir) en otro completamente distinto. Y eso producto del viaje que hicimos, de la mezcla que hicimos con otros colores, porque siempre en algo nos modifican, nos dejan un pedazo de ellos. Está en nosotros ver como lo integramos al todo que formamos.
Así estoy yo, como un color en constante modificación, tomando suspiros arrojados por otros colores. Me pesan a veces y otras tantas me alivianan. Flotando, bailando, cayendo, soltando, tomando.Y produciendo en mi, un trabajo constante de alquimia.

lunes, 4 de julio de 2016

Recapitulando

Escrito el 20 de Junio
Viajando a mi casa. 15.26. Como siempre tengo mil pensamientos y como siempre, escribirlos es la mejor manera de exteriorizarlos. De sacarlos encima. Pero también, como siempre, se me dificulta empezar.
Las cosas parecen siempre iguales, y siempre distintas. Miro mi vida hoy y mi vida hace un año y todo parece distinto. 2015, en pareja, amando desde mi naturaleza de cabra a otro de mi misma especie, en una relación sangrante que sabía que ya no daba para más, aunque lo intentara.
Y en el trascurso de este año, ¿Qué pasó? Nada, o casi nada... O todo. Esa relación terminó, no sin drama. Marcándome un poco. Pero sabiendo que eran lo mejor. Aprendiendo a vivir conmigo misma.Yo, como siempre, estudiante. Este 2016, mi último año de estudiante, al menos de una carrera de grado. Sabiendo, que se acerca el cambio. Lo esperado desde hace 8 años, cuando decidí estudiar eso. Mi futuro, supongamos... como si elegir una carrera supusiera la elección de tu futuro.
Le declaré mi afecto, o lo intenté, y resultó a medias, a un ser al quien hace más de dos años quería profundamente. Un amor que racionalmente no tiene mucho sentido. Pero aún así la razón no tiene mucho que hacer contra el sentir. Lo digo yo que mil veces lo he intentado, en mi naturaleza de joven cabra. Porque dicen, el agua y la tierra se atraen, el agua riega la tierra para formar vida. O sino, a veces, no puede, y solo forma barro. Suele pasar eso. La tierra se ahoga. Yo se que no podemos formar vida, no es una quimera posible.
Amistad, abrazos, momentos de apoyo, otros de cansancio y de dolor.
Hace 2 años, 2014. Comenzaba a amar a la cabra, ya de esto he hablado. Fue el fuego del que he hablado. Fue eso que me posibilitó crecer. Siempre tuve presente al ser de agua, pero no por eso todo el amor que en algún tiempo profese fue mentira. Vamos, que no somos tan limitados como para borrar todo el cariño hacia una persona, solo por amar a otra. Y si de algo me jacto, es que soy un ser sincero. Ahora estoy sola y no me molesta demasiado. A nadie pertenece, por ahora mi querer. Libre, enfocada en mis proyectos, podria ser mejor como podria ser peor. Otras cosas pasaron, porque en un año o dos puede nada pasar o puede suceder de todo. Mi vida no es como hace dos años, ni como hace un año, ni siquiera como hace 6 meses, por determinadas cosas. Todo esta en constante movimiento. La vida es asi, como un baile.
Y recapitulando...No seré la persona más amable, más amorosa, exacerbada, de buen caracter, pero soy sincera. Soy real. Un te quiero mio jamás fue, es o será falso, y es algo que me cuesta decir. Quizás haber sido mas mentirosa o decidida podría haberme hecho obtener más cosas, tener momentos más distendidos. Pero soy cabra, soy en extremo pensante... Y aunque no parezca, sintiente...

domingo, 3 de julio de 2016

Catatonia

Escrito el 30 de Mayo del presente año acerca de cosas de las que extrañamente nunca había hablado en este espacio antes.
Parece que estuviera esperando algo mas...¿que estoy esperando? me pregunto mientras continuo arrastrada por una ola de cotidianidad.
Espero algo que suceda, algo que me conmueva de la catatonia que estoy pasando. Espero olvidar algo o alguien sin saber realmente qué es (O en realidad... se). Estoy esperando que eso vuelva a mí y pienso ¿Alguna vez fue mío? Siempre igual lo pienso y lo pienso y no puedo llegar a un acuerdo... Te pienso ¿Quién sos para mí? ¿Vos que estas pensando, quien soy para vos, existo en vos, cómo estás?
No pienso hacerlo, no me parece que sea lo mejor. Como siempre la cabeza está delante de mi corazón y siquiera sé qué que lo que quiere mi corazón. Corazón, estasis, sigo arrastrada por la marea. Ahora todo me parece absurdo. Nadie entiende nada ni siquiera yo. No entiendo nada y dudo que lo entienda en el corto plazo y por eso pienso que el tiempo tiene que pasar para aclarar la marea, las olas que me llevan. Que se calme un poco y que parar ese mar intempestuoso para poder volver a pensar. Lo que quiero... ¿Que es lo que quiero?

viernes, 15 de abril de 2016

No se si hablas de uno o de otro, parecen la misma persona

(Escrito en Enero de 2016)
Plácidamente o no tanto, me encontraba navegando en la web, y de pronto me meto en lugares que tal vez no debía, virtuales, e interiores. Un blog, una sola entrada, principios de 2012. Leo, extrañada, ni siquiera sabia que existía.
"El segundo rencor es al ser amado,
Después de cada cosa que me corregiste te fui queriendo menos,
Después de que te dije"Nos Sacamos Fotos Juntos" y solo termine sacándote fotos a vos sola te fui queriendo menos... pero como no te fui queriendo menos todavía? por que cuando me sonreís te fui queriendo mas,
Después de un te amo y un abrazo surgido de vos te fui queriendo mas,
Después de que me dijiste que vas a cambiar y yo me doy cuenta te fui amando mas".

Plaf, otro fantasma, aquel que fue mi primer novio, en épocas donde cortamos 100% segura, pero de todos modos me atravesó como un rayo. Pero me dio mucho mas miedo el sentimiento en si, si no imaginar que eso podría haberlo dicho también mi ultimo novio. Me lo imaginaba perfectamente a casi todo dicho por el. Como un espejo. Me recuerda cosas que vuelan en mi análisis, que la repetición.
 A mi analista diciendo: "No se si hablas de uno o de otro, parecen la misma persona". Y si. Moldes, impresiones, elecciones.
 Errores míos. Una vez a uno le pedí perdón, al otro no, su traición no me lo permite. Pero no quiero hablar de eso, quiero hablar de mi. De mis trayectorias, de mis elecciones que me abruman. Todo atravesado por fantasmas, no es que ame, es que no me gusta que eso haya surgido de mi. Esos sentimientos en otros por mi causa, jamas cague a nadie, jamas tuve mala intención. Son nuestros demonios. Te dicen que si no aprendes la primera vez, te repiten la lección.
Me cuesta perdonar a los demás, pero suelo hacerlo. A quien no puedo terminar de perdonar es a mi misma. 
Hoy se que para amar de verdad se necesita seguridad, y se necesita amarse más a uno mismo. Con que cara amamos a alguien y proyectamos nuestra inseguridad en el otro, en exigirle muestras de amor solo porque nosotros no estamos seguros de que no valemos ese amor. 
Aceptamos cualquier cosa solo para no estar solos, no nos aguantamos. Yo no me aguantaba. Vi una voz cálida y amistosa y tierna (en ambas oportunidades) y me entregue a amarlas. No miento, los amé. 17 años, 20 años. Misma historia. Y cuando comenzaba a sentir que no eran para mi, no podía abandonar, el miedo a la soledad se me presentaba. Pero mi inconsciente decía, esto no es para vos, y lo gritaba, pero no internamente, sino al exterior, en forma terrorífica de persona autoritaria, insatisfecha, agresiva, repulsiva. ¿Esa soy yo? Una mierda detestable. Pienso. Pero no, no soy yo. Son mis demonios, mis inseguridades, mis formas nocivas de comprender al amor. Me quisieron y yo quise sinceramente, pero no resultaban buenas relaciones, algo que le puede pasar a  cualquiera y mis miedos me jugaban en contra. Y a mis miedos solo puedo superarlos yo. 
Y ahora que comprendo más, porque empece a querer a alguien sin pedirle mucho a cambio, me empece a querer a mi. Y ahora prefiero mi soledad, mi compañía. Prefiero amar a otro sin poseerlo. Prefiero querer, dejar ser, cuidar. Prefiero mi libertad. Mi sanación. 
Si a la primera no había entendido, porque era muy piba, porque me faltaban cosas, porque no había hecho análisis, o por lo que fuere, la vida me volvió a enfrentar a lo mismo, con diferencias sutiles, pero resultados parecidos. Amor, desamor. Lastimando, lastimándome. Con una culpa que me hace seguir sangrando a veces.
Introspección. Se que cada quien tendrá su versión y algunos pensaran que he sido así por mala mina pero no. Fue por insegura, por chiquilla, porque era lo que conocía, por protección. No me justifico, pero mi visión del amor y las cosas era circular, muy corta. No te digo que haya cambiado todo, pero ahora veo con mas claridad.
Me quisieron y yo quise sinceramente, pero no resultaban buenas relaciones, algo que le puede pasar a  cualquiera y mis miedos me jugaban en contra. Y lo que mas veo es que todo es una construcción, un camino, que no se puede cambiar de un día para el otro, y que sobre todo, el otro no te va a hacer feliz, no te define como linda o querida. Eso, lo tiene que hacer uno, tal vez así, si uno se quiere y es tierno consigo mismo, pueda aprender a serlo con los demás.