viernes, 15 de abril de 2016

No se si hablas de uno o de otro, parecen la misma persona

(Escrito en Enero de 2016)
Plácidamente o no tanto, me encontraba navegando en la web, y de pronto me meto en lugares que tal vez no debía, virtuales, e interiores. Un blog, una sola entrada, principios de 2012. Leo, extrañada, ni siquiera sabia que existía.
"El segundo rencor es al ser amado,
Después de cada cosa que me corregiste te fui queriendo menos,
Después de que te dije"Nos Sacamos Fotos Juntos" y solo termine sacándote fotos a vos sola te fui queriendo menos... pero como no te fui queriendo menos todavía? por que cuando me sonreís te fui queriendo mas,
Después de un te amo y un abrazo surgido de vos te fui queriendo mas,
Después de que me dijiste que vas a cambiar y yo me doy cuenta te fui amando mas".

Plaf, otro fantasma, aquel que fue mi primer novio, en épocas donde cortamos 100% segura, pero de todos modos me atravesó como un rayo. Pero me dio mucho mas miedo el sentimiento en si, si no imaginar que eso podría haberlo dicho también mi ultimo novio. Me lo imaginaba perfectamente a casi todo dicho por el. Como un espejo. Me recuerda cosas que vuelan en mi análisis, que la repetición.
 A mi analista diciendo: "No se si hablas de uno o de otro, parecen la misma persona". Y si. Moldes, impresiones, elecciones.
 Errores míos. Una vez a uno le pedí perdón, al otro no, su traición no me lo permite. Pero no quiero hablar de eso, quiero hablar de mi. De mis trayectorias, de mis elecciones que me abruman. Todo atravesado por fantasmas, no es que ame, es que no me gusta que eso haya surgido de mi. Esos sentimientos en otros por mi causa, jamas cague a nadie, jamas tuve mala intención. Son nuestros demonios. Te dicen que si no aprendes la primera vez, te repiten la lección.
Me cuesta perdonar a los demás, pero suelo hacerlo. A quien no puedo terminar de perdonar es a mi misma. 
Hoy se que para amar de verdad se necesita seguridad, y se necesita amarse más a uno mismo. Con que cara amamos a alguien y proyectamos nuestra inseguridad en el otro, en exigirle muestras de amor solo porque nosotros no estamos seguros de que no valemos ese amor. 
Aceptamos cualquier cosa solo para no estar solos, no nos aguantamos. Yo no me aguantaba. Vi una voz cálida y amistosa y tierna (en ambas oportunidades) y me entregue a amarlas. No miento, los amé. 17 años, 20 años. Misma historia. Y cuando comenzaba a sentir que no eran para mi, no podía abandonar, el miedo a la soledad se me presentaba. Pero mi inconsciente decía, esto no es para vos, y lo gritaba, pero no internamente, sino al exterior, en forma terrorífica de persona autoritaria, insatisfecha, agresiva, repulsiva. ¿Esa soy yo? Una mierda detestable. Pienso. Pero no, no soy yo. Son mis demonios, mis inseguridades, mis formas nocivas de comprender al amor. Me quisieron y yo quise sinceramente, pero no resultaban buenas relaciones, algo que le puede pasar a  cualquiera y mis miedos me jugaban en contra. Y a mis miedos solo puedo superarlos yo. 
Y ahora que comprendo más, porque empece a querer a alguien sin pedirle mucho a cambio, me empece a querer a mi. Y ahora prefiero mi soledad, mi compañía. Prefiero amar a otro sin poseerlo. Prefiero querer, dejar ser, cuidar. Prefiero mi libertad. Mi sanación. 
Si a la primera no había entendido, porque era muy piba, porque me faltaban cosas, porque no había hecho análisis, o por lo que fuere, la vida me volvió a enfrentar a lo mismo, con diferencias sutiles, pero resultados parecidos. Amor, desamor. Lastimando, lastimándome. Con una culpa que me hace seguir sangrando a veces.
Introspección. Se que cada quien tendrá su versión y algunos pensaran que he sido así por mala mina pero no. Fue por insegura, por chiquilla, porque era lo que conocía, por protección. No me justifico, pero mi visión del amor y las cosas era circular, muy corta. No te digo que haya cambiado todo, pero ahora veo con mas claridad.
Me quisieron y yo quise sinceramente, pero no resultaban buenas relaciones, algo que le puede pasar a  cualquiera y mis miedos me jugaban en contra. Y lo que mas veo es que todo es una construcción, un camino, que no se puede cambiar de un día para el otro, y que sobre todo, el otro no te va a hacer feliz, no te define como linda o querida. Eso, lo tiene que hacer uno, tal vez así, si uno se quiere y es tierno consigo mismo, pueda aprender a serlo con los demás.